domingo, 2 de mayo de 2010

La televisión argentina es (uruguaya)

Borrador: Cuando los  uruguayos (algunos) somos tan jodidos que aprovechamos para poner a Tinelli como el prototipo del argentino (o porteño, que no lo es) y cometemps dos errores. 1º que la llamada televisión argentina es uruguaya, quiero decir, que no es un objeto extraño incrustado en nuestra realidad, si no algo que nosotros al consumir vorazmente hacemos auténticamente nuestro, así que a no desalojar como ajeno aquello que incorporamos en profundidad, criticamos hipócritamente pero vemos diariamente. 2º ignorarn que muchos argentinos denostan a Tinelli y que éste sólo representa a quienes lo adoran, sean ellos argentinos, uruguayos o vietnamitas.


Es cierto que no puede considerarse ajenidad aquello que se reconoce como propio al consumirlo. En el hecho mismo de la deglución, se incorpora. Me gustaría saber si la instauración del modelo Tinelli que se ve como ajeno para la crítica, pero asimilado en el consumo, viene por un despliegue mediático que lo "impone". Es verdad, uno puede resistir. La pregunta es hasta dónde nos alienamos. Es decir, en qué momento hacemos nuestro el discurso ajeno. Por lo menos, rescato, hay crítica.
Sí, muchos argentinos evitan hasta mirar a Tinelli. Y las críticas crecen. Pero él junta millones y hasta promueve buenos programas, por "izquierda"..., valga la paradoja.

Por otro lado, esto explicaría el arribo de vedetongas desde su país (el de usted, digo), que recalan buscando fama y espacio aquí, usando los clásicos métodos de la exposición física, primero, de su privacidad más privada (hablo de hijos, marido, situación social), hasta el escándolo que las hacen trascender. Si vienen aquí, ¿no tienen espacio en la tele de allá, del otro lado del Río, que es mar en su pagos?

La cuestión es que hay Tinelli para rato mientras dé lugar a sueños de oro y fama. Él sigue sumando. Hasta se apropió de un hotel precioso en Colonia y de las playas de Colonia para su apertura del año pasado. Lástima.